Mi última entrada hacía referencia al derecho de enamorarse millones de veces. Hoy, puedo decir que es mágico sentir que te enamoras de una persona una y otra vez y que te inspira a evaluarte cada día para ser mejor.

Ese es el verdadero sentido del amor, ser mejor para ti misma y para tu pareja. Saber que los obstáculos se presentarán a lo largo del camino, pero poder decir, “¡ey!, no me importa, porque sé que no estoy sola, sé que el camino será más fácil porque cuento con alguien que me apoya”.

Quizás las cosas se tornen difícil, posiblemente habrá momentos en los que no se estará de acuerdo, pero siempre va a existir la posibilidad de sentarse, conversar y actuar juntos para solucionar las cosas.

Así que busqué al hombre que yo merezco, ese que me hace reír por tonterías, con el que puedo pasar horas y conversar hasta cansarme, ese que me da la seguridad de estar en el camino correcto y más allá de eso, un hombre que me hace mejor cada día.

Ese que me invita a esforzarme por lo que quiero, que me anima en mis momentos tristes, que no trata de entenderme porque sabe que es imposible, ese que sabe que una mirada puede contener una conversación entera.

El amor siempre tiene una razón de ser, si no cumple con lo que tú quieres, si no te llena o simplemente no te hace ser mejor no es amor.

DERECHOS RESERVADOS GABRIELA TORO 2012